martes, 29 de diciembre de 2009

CARTA A MIS HIJOS

CARTA A MIS HIJOS 27 DE DICIEMBRE DE 2009.
En diversas ocasiones y con motivo de muchas inquietudes he escrito cartas a la prensa sobre temas de la vida humana, de la vida cristiana en la que hemos sido educados, -todos nosotros y nuestros antepasados-, que son de vital importancia para toda la vida de cada uno, desde que nace hasta que muere. Hoy, día de la Sagrada Familia de Nazaret, os escribo a vosotros con todo cariño y seriedad recordándoos las enseñanzas que desde pequeños habéis recibido, tanto en nuestro hogar, por parte de Mamá y Papá, como en la Escuela, en el bautismo que recibisteis como cristianos, en la catequesis para hacer la primera comunión, en la enseñanza y el conocimiento de la doctrina de la Iglesia Católica, -de la que formáis parte-, como yo, como mamá, como los abuelos, como vuestros amigos...; y no quiero que las apartéis de vuestra memoria, de vuestra inteligencia y de vuestra voluntad, sino que las actualicéis con seriedad, recordándoos que “es lo más importante de vuestras vidas”: “Que sois hijos de Dios, que tenéis que quererlo, que para quererlo hay que conocerlo, que para conocerlo hay que tratarlo”. Cómo? Rezando=hablando con El. Es muy sencillo y está muy claro: Cada uno de vosotros, personalmente (puesto que ya sois mayores), debéis de tomar la decisión firme de volver a rezar (las oraciones que aprendisteis de niños), de volver a tratar a Jesús en la Eucaristía, en la Confesión, en la Lectura del Evangelio , que es el libro-la película-la historia, las enseñanzas más bonitas, más claras, más justas y precisas que puede recibir nuestra alma, si de verdad quiere ser algo más que un “animalito” que come, bebe, duerme y trabaja sin más objetivo que sobrevivir o llegar a ser “algo” en la vida. Os lo digo muy en serio y muy preocupado. ¡Vosotros tres, Enrique, Rocío y José Luís tenéis que ser muy amigos de la Sagrada Familia de Nazaret: Jesús, María y José”. Para que ellos os lleven al Cielo, (junto con los que dependan de vosotros), donde por la Bondad y Misericordia de la Santísima Trinidad, espero llegar. Vosotros y yo, -cada ser humano-, valemos mucho ante Dios. Y, no olvidéis que El nos amó primero, y nos sigue, día a día, queriendo, perdonando, ayudando. ¡Es de bien nacidos ser agradecidos! Acudid con frecuencia al Sagrario, a la intercesión, a la ayuda de Nuestra Madre Guapa Santa María.
Hoy, os quiere vuestro padre más que nunca. Y, así será siempre. Es mi obligación..., pero no me cuesta nada quereros. Si acaso..., ¡el regalo de Reyes!
FELIZ NAVIDAD Y AÑO NUEVO 2010
PAPÁ

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