EL SER HUMANO Y LA VACA

EL SER HUMANO Y LA VACA

Mucho antes de que se llegara a los avances de la biología científica, el pensamiento racional humano, solo humano, ha sido capaz en la evolución de “escaparse” de su situación concreta de tiempo y lugar. En 1963, en la Universidad Hispana-americana de la Rábida tuve la ocasión de escuchar las magnificas lecciones del Profesor Leonardo Polo Barrena, catedrático de Fundamentos de Filosofía en Granada (1966). Pues en la Rábida, nos decía a un grupo de cincuenta universitarios de varios países, que “a diferencia de la vaca que no puede, por mucho que quiera, “escaparse” de su prado verde de Cangas de Onís (Asturias), para irse a...Andalucía, p.ej..., o coger un avión a EEUU, y no sabe, en absoluto, qué son las estrellas o la luna o los planetas. Tampoco sabe que es un elefante, y si lo ve, luego no lo recuerda”.
Esto qué quiere decir?. Pues que solo el ser vivo humano lleva en sus genes un cerebro capaz de desarrollarse desde el embrión hasta los cien años. Capaz de aprender, de corregir, de modificar, de inventar, de superarse, de irse a Australia en avión o barco...; de evolucionar, en una palabra.
La Catedrática de Bioquímica y Biología, Natalia López Moratalla, nos dice: <> Esto es propio solo del ser humano como especie. Y es de cajón que cualquier feto va desarrollando a la par todo: miembros, sistema nervioso, corazón, sistema circulatorio, médula espinal y cerebro, que ya va siendo desde el principio, el que ordena todo. Y, todo esto, con independencia de la madre. Por esto, con toda humildad lo repito, interrumpir este proceso será, según el Estatuto de Roma y la Corte Penal Internacional, un crimen de lesa humanidad, un crimen que ofende, agravia, injuria a la Humanidad en su conjunto.