lunes, 28 de enero de 2008

QUIEN TIENE UN AMIGO, TIENE UN TESORO

Quien tiene un amigo, tiene un tesoro.

Me cuenta mi amigo la narración que hacen los evangelios cuando los dos apóstoles Pedro y Juan salen de la cárcel y, a su paso, la gente sacaba a sus enfermos de las casas para que, al menos, su sombra los tocase para quedar sanos. Ves, le digo a mi amigo, hacen falta milagros. Pero me contesta que "el no necesita milagros, le sobran con los que narran los evangelios". Si, si. le digo yo: si la gente leyera los evangelios. Pero hoy la gente no lee y no va a misa y la fe no entra ni por el oído ni por la vista. ¡Ver para creer !, que dice el refrán. A mi no me hace falta "ver", gracias a Dios. O quizás si?.

La fe adulta de la que habla el Papa Benedicto XVI que poquita gente la tiene...; esa fe hecha de actos y doctrina, acrecentada cada día por la oración personal y por la gracia de los sacramentos..., que poquita gente la tiene...La barca de Pedro, -a pesar de lo que se ha visto en TV-, se está haciendo una barquilla... Si Dios no interrumpe esta caída cuesta abajo...No seas pesimista, me dice mi amigo. Te contaré una cosa que poca gente sabe: Marcus Tullius Cicero que era un pagano, -como ahora muchos-, (el 7 de diciembre del año 42 antes de Cristo), condenado a muerte por Antonio, poco antes de que el hacha cortara su cabeza, exclamó: " Causa causarum, miserere mei ". Entiendes?.Dios hará lo mejor para el hombre, como siempre. No olvides que la fe es un don. Bueno, caray con mi amigo, me convenció su fe.

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