LA CÁTEDRA DE LA FAMILIA

Sr. Director de IDEAL: Hoy día 30 de diciembre, domingo en el ámbito cristiano, es el día de la familia, de la 'Sagrada Familia'. Todos saben que la familia es la célula madre de la sociedad, de la humanidad. Y, a la vez lo es de la persona individual, pues en ella nace, crece y se hace. Cierto, sin ella no hay desarrollo humano, ni social; ni orden ni concierto. Así nos va.

Cuidar y proteger la familia es un acto de subsistencia a tener muy en cuenta. El Ministerio de Cultura ha puesto dos horas más de Matemáticas y Lengua Española y la Historia cronológica, es decir, como es en realidad.

Me parece muy bien. Pero los fundamentos, los cimientos que sustenten en alumnos y profesores y luego en los profesionales, en el trabajo y en la Sociedad entera, los valores y virtudes humanas, ¿quién los pone?

«Aún en medio de las dificultades, hoy a menudo agravadas, de la acción educativa, los padres deben formar a los hijos con confianza y valentía en los valores esenciales de la vida humana. Los hijos deben crecer en una justa libertad ante los bienes materiales, adoptando un estilo de vida sencillo y austero, convencidos de que el hombre vale más por lo que es que por lo que tiene». (Juan Pablo II, Familiaris Consortio, n.º 37).

En la familia hay que estar pendientes unos de otros. Vivir, como la mejor manera de enseñar, la fortaleza, la sobriedad, la sinceridad (no mentir, no mentir), la laboriosidad o espíritu de trabajo constante, la lealtad (actitud honda de cumplir el compromiso que tenemos con la verdad); el orden, la actitud de servicio a los demás que contrarreste el enorme egoísmo individual y colectivo que existe en el mundo.

Hace falta una Cátedra de la Familia, donde se expliquen y desarrollen los derechos y deberes, los valores y virtudes necesarios para fomentar y elevar esa «formación integral del individuo» de la que tan falto está el mundo entero.