domingo, 27 de enero de 2008

NO ENTIENDO LA MUERTE II

No entiendo la muerte (II)

Se ha abierto un ventanal enorme, por el que me he asomado y he visto algo sorprendente: un "espacio" más grande que todo el universo en el que estaba todo, todo. La cebra, el antílope y el león. Mi ardilla, mi perro mastín y el potrillo de patas largas; los cactus gigantes y los geranios que perdí con las heladas. Estaban todos aquellos que me han hecho tanto bien: Mis padres, mis tíos, mis abuelos, mis amigos que antes que yo, murieron. Mis profesores de los Maristas, de los Salesianos, del Instituto. El catedrático de Dº Romano, de Historia del Derecho, de Penal (que me dió matricula de honor y luego me acogió con "confianza",- si, confió en mí para que diera clases de los delitos contra la propiedad-, en Santiago de Compostela. Y, saben una cosa sorprendente que he visto ?. Una parte de mi ya estaba allí. Mis anhelos, mis esperanzas, mis ilusiones, la "otra vida", ya estaba allí. ¡ Qué curioso !. Entonces, comprendí: ¡ qué caramba !, nada se muere. ¿ Cómo pagaré a Dios todo el bien que me ha hecho ?, Me ha dado la vida, me ha dado la fe por la que espero, con alegría, la resurrección de los muertos..., pero sigo sin entender la muerte.

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