domingo, 27 de enero de 2008

EL DERECHO A NACER

SR.DIRECTOR:

EL DERECHO A NACER

Con motivo del dato estadístico de los 125.000 abortos practicados en España en el 2006 quiero recordar el magnífico artículo “El concebido y no nacido”, de Don Francisco Morales, Magistrado jubilado del Tribunal Supremo. Es de una claridad meridiana y de una importancia que todavía muchos no han visto. Este ilustre Magistrado presenta un dictamen jurídico certero, del que deberían tomar nota los políticos, Jueces y Fiscales, para cortar ya de una vez las alas de opiniones soberbias, sin ton ni son, sobre el tema del aborto. Y lo hace desde la imparcialidad y la contundencia de la Ley escrita y promulgada por el Parlamento (ambas Cámaras), que fue aprobada por consenso de todos los grupos políticos: La Ley de Enjuiciamiento Civil, que entró en vigor el 8 de enero de 2001 (artículo 6.1.2º).

En las clases de Derecho Penal los “delitos contra las personas”, entre ellos el “Aborto es un delito contra la vida humana mientras depende y se mantiene unida a la de la madre”, y “es doctrina persistente del Tribunal Supremo, que la vida del feto recibe la atención preferente y constituye el eje en torno al que giran los distintos bienes jurídicos que con su muerte se lesionen”.(Antón Oneca). Este concepto no ha cambiado; al contrario, hoy se sabe que la vida comienza su desarrollo desde el momento en que el óvulo es fecundado. Y no tiene vuelta de hoja. Y es que el quid de la cuestión está en que la nueva LEC reconoce la capacidad para ser parte en juicio del concebido pero no nacido, es decir del óvulo fecundado que de modo natural se implanta en el útero materno, es decir el feto, para todos los efectos que lea sean favorables.; de manera que para representar los derechos del feto, que es parte (incluso a instancias del ministerio fiscal) en un pleito, pueden representarlo para defender su derecho a nacer, un hermano, el padre, el abuelo y deberían ser necesariamente oídos sus más próximos parientes, tíos, sobrinos, primos. Es muy grave el olvido de la historia, o su deformación, porque la realidad siempre se venga del que no cuenta con ella”.Cercano a su muerte Don Julián Marías escribió estas nítidas palabras: “Lo más grave que ha sucedido en el siglo XX es la aceptación social del aborto provocado”.

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